martes, 9 de noviembre de 2021

Madrigal No. 6

Haz con mi cuerpo
lo mismo que haría el mar por la noche
si desde el muelle sin patrullas ni borrachos
saltara a las olas gemelas de tu pelo,
a la espuma que oscuramente imita
tu sonrisa de madre con el mundo en brazos,
al agua que en la sombra remeda tu risa de niña
acostumbrada a pedir perdón antes de pedir permiso.
 
Si no es profunda tu vergüenza
ni hondo tu desprecio,
déjame romperme a tus pies
en besos, gruñidos y lágrimas,
y luego aplástame, revuélcame,
líjame la piel y los huesos
entre mareas de bofetadas y uñas.
Derrumba sobre mi boca desesperadamente abierta
incontables montañas de saliva y sudor,
lléname los pulmones de todo tu sabor a menta y sal,
y húndeme hasta negarme por completo
ahí donde más frío es tu aliento.
 
Hazme víctima y vestigio
de la corriente que a tus senos lleva.
Conviérteme en criatura de tu deseo submarino
y en sustento de tu placer abisal.
 
Amén.

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