Siento por ti la soledad de los monstruos,
aunque yo solo sea hormiga de oficina,
araña con patas de máquina de escribir,
telefónico pulpo, simio mecanógrafo,
roedor de papeles y de mi propia mi alma,
reptil bajo escritorios, mulo asalariado.
Por ti quisiera ponerme un costal en la cabeza
para que no volvieras a ver esta cara
tan dolorosamente normal,
este rostro sin cumbres, sin abismos
donde tu mirada nunca se detiene
con piadosa lentitud ni espantada.
A ti quisiera contemplarte, respirarte
y oírte por un solo agujero de mi máscara,
y oírte por un solo agujero de mi máscara,
escondido tras las cajas de archivos obsoletos,
en que no tienes razón ni locura para buscarme,
o entre los árboles del parque adonde vas a olvidar
tantas preocupaciones en las que yo no estoy ni existo.
De ti quisiera huir cuando descubras
mis destrozadas botas embarrando tu rastro,
mi desdentada boca besando tus huellas.
y dejar a tu merced un cuerpo irremediablemente horrible,
pero al fin en paz, porque no tendrá esta vida que te sueña.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario