viernes, 29 de octubre de 2021

Madrigal a la manera de Quevedo

La hormiga solo sabe ser hormiga
y va tranquila con su fardo.
Calmada teje la araña su morada
y sereno anda el ratón cavando.
Mas yo la paz no encuentro
llevando a cuestas mi deseo
ni soy quien trenza la atadura
que me une a un destino tan ajeno al tuyo.
Es en mi entraña donde la angustia escarba
como tú trabajas: sin horario y sin recesos. 

viernes, 22 de octubre de 2021

Madrigal No. 5

Siento por ti la soledad de los monstruos,
aunque yo solo sea hormiga de oficina,
araña con patas de máquina de escribir,

telefónico pulpo, simio mecanógrafo, 
roedor de papeles y de mi propia mi alma,
reptil bajo escritorios, mulo asalariado.
 
Por ti quisiera ponerme un costal en la cabeza
para que no volvieras a ver esta cara
tan dolorosamente normal,

este rostro sin cumbres, sin abismos
donde tu mirada nunca se detiene
con piadosa lentitud ni espantada. 

A ti quisiera contemplarte, respirarte
y oírte por un solo agujero de mi máscara,
escondido tras las cajas de archivos obsoletos,
 
en que no tienes razón ni locura para buscarme, 
o entre los árboles del parque adonde vas a olvidar
tantas preocupaciones en las que yo no estoy ni existo. 

De ti quisiera huir cuando descubras 
mis destrozadas botas embarrando tu rastro, 
mi desdentada boca besando tus huellas.
 
Quisiera correr lejos de ti hasta quedar sin un suspiro
y dejar a tu merced un cuerpo irremediablemente horrible,
pero al fin en paz, porque no tendrá esta vida que te sueña.

 

Madrigal de otoño

¿Volveremos a hablar algún día?
Para oírme, solo tienes que salir
o abrir la ventana y prestar atención

al mundo que eres, a la ciudad aquella
o a cualquier ciudad que habitándola
conviertes en monumento a tu tristeza.

Mi voz no tiene por qué volver a ti,
pues nunca se fue. Cuando el viento
te habla en su idioma de hojarasca,

cuando a ti se acercan sus perros
de polvo y papel, sus gatos de plástico,
es a mí a quien oyes llamarte sin quererlo,

porque te encuentro ahí donde no debes estar,
ahí donde me creo más a salvo de tu constante
y ominosa manera de pensarte con mi pensamiento,

como si al alejarme por tierra me perdiera
más adentro de mí mismo, como si las calles
de ahora dieran todas a las calles de ayer

y yo siguiera llevando a caballo ese tiempo,
bajo el aguacero de aquella noche o del llanto,
con los pies embarrados o en este amor estancados.

Para oírte solo debo pisar la arena,
quedar mirando los buses y aviones que no tomo,
observar la gente a la salida de los aeropuertos

aunque a nadie conozca, fijarme en todo
lo que se dispersa y a juntarse vuelve
siempre reunido por azar, pero jamás unido.

Óyeme afuera cuando quieras
y cuando no lo quieras también
has de oírme como yo te oigo agitar las hojas

en todos los patios sin que a mi puerta llames.
Mas no volveremos a hablar.
Nada pueden decirse nuestras voces.

En una esquina del mundo que fuimos y somos y seremos
ya no se reconocen o se ignoran mientras esperan
distintas rutas hacia el final de la misma historia.

jueves, 21 de octubre de 2021

Permanencia

¿Quién dice que la dicha es breve?
En un lugar del tiempo que no es pasado ni presente,
porque ya pasó y, sin embargo, ocurre todavía;
en una esperanza cuya luz no vuela hacia el futuro,
aunque tampoco se dirige al olvido
ni a esa forma de la muerte que llamamos «resignación»;
en unas horas tendidas entre la memoria y el deseo
como si fuesen años, décadas o la vida entera,
seguimos atravesando esos pueblos grises
que nunca dejamos atrás,
que nos habitan desde aquel entonces.
Seguimos viendo cómo la neblina nos oculta
el mañana inevitable donde termina primero
este momento, después el viaje y finalmente nosotros.
Seguimos ascendiendo por el lomo de la montaña,
mítica serpiente de cuero vegetal dormida sobre sí misma.  
Seguimos buscando el pequeño hotel al cual llegamos sin problema,
pero el recuerdo y la ilusión aún nos preguntan
si no queda más cerca del sol ya retirado en el punto más brumoso de la tarde.
Sigo viendo tu perfil, inmóvil sobre un paisaje
donde todos los árboles huyen como pájaros asustados.
Tú sigues mirando el camino sin saber que pronto acabaría para siempre,
sin saber que vuelves a tomarlo cuando te nombro en contra de mi voluntad,
sin saber que seguimos en él, nunca avanzando y jamás volviendo a casa.
Sigues ahí, con los ojos en el asfalto o el horizonte,
ignorando y compartiendo esta alegría de estar perdiendo lo perdido,  
este dolor feliz de haber vivido y de seguir viviendo.

sábado, 16 de octubre de 2021

Madrigal de octubre

Ven a mí con el ruido
de todo lo que cae a solas
cuando más callada está la noche.

Anúnciate con un estruendo
de cristales, de madera
en sí misma naufragando.

Escóndete en el espejo del baño;
en cuanto encienda la luz,
mátame de miedo y alegría.   

Alarga tu mano entre las calles y la noche,
tócame el hombro mientras lavo los platos
y recibe mi cadáver en el reino de tus brazos.

Despiértame con la mirada y quédate mirando
estos ojos abiertos al placer y al terror
de haberte visto por fin cercana en la penumbra.

Tócame el hombro sin estar aquí
y deja en el piso este corazón feliz
de estar lamiendo tus pies con mi sangre.

sábado, 2 de octubre de 2021

paz/boulez-boulez/paz

fría/mente
científica/mente
matemática/mente
calculado y meditado
razonado y programado
(no se enojen si he rimado /
ha sido un accidente controlado)
para no gustar ni disgustar
ni deleitar ni embelesar
ni recitar ni dedicar

cada palabra / una hormiga
cargada de sílabas inertes
cada nota / una traidora
que arroja el don de la música
a los oídos de los puercos
cada verso / una semilla de plástico
tirada a un jardín sintético
cada acorde / un martillazo
dirigido al cráneo de los asnos

saquen los cuadernos /
cuadriculados por favor /
y escriban lo siguiente dos puntos

no rimarás ni reirás

en vez de "luz" y "desnudez"
escribirás "claridad" y "transparencia"

ni se te ocurran las palabras "alma" o "corazón"
para ello tienes otras como "ser" o "centro"

si en tu cerebro detectas
eróticas goteras o amorosas filtraciones
busca pronto un cántaro con ornatos hindúes
o un vaso metálico donde suenen dodecafónicamente
tus lágrimas (fatalError) los fluidos de tu humanidad

(repito / aunque debe evitarse la repetición
para evitar el peligro de la rima y el ritmo /
que disfrazarás toda romántica vulgaridad
bajo los hábitos del monje y la bata del científico)

si en tu cabeza suena una melodía
golpéala contra la hipermoderna teoría
y dale al vulgo iniciado y al vulgo vulgar
fugaces fragmentos esquivas esquirlas abstractas astillas
mas nunca patéticas partículas doliente detritus sentimental ceniza

si haces llorar al lector o al oyente / has fracasado /
renuncia a toda idea o pasión que puedas comunicar llana/mente

has muerto si te conmueven o indignan
las mismas cosas que conmueven o indignan
a más de los cinco o veinte pelagatos altivos
que te oyen tronar frente a un tablero o desde un sillón de tu casa
como una madre angustiada porque las costumbres son cada vez más ligeras afuera

en el infierno leen a Bécquer y a Nervo en voz alta
satanás pasa las noches tocando polkas y cumbias en su órgano de huesos

renuncia a todo parámetro reconocible a toda formalidad evidente
a toda colectividad que no te venere y defienda con rabia tu est(á)ética
a la fanfarria y la romanza al patriotismo y el folclor
al amor en acordes mayores y al sexo sin misticismo
al hambre y la soledad tambaleantes entre casas de arrabal y escalas menores

[fin del decá(logo)]

obedece(nos) a los dioses de lo que fue es y será moderno /
entonces / solo entonces /
podrás llamar vetustos y obsoletos
a todos aquellos que te critican y rechazan

apóstoles y exegetas verán en tu pelo /
escaso o leonino /
una corona que nunca pasará de moda

óyenos léenos más allá del hastío
más allá del frío del alma centro
y te consolaremos de la inevitable indiferencia
te enseñaremos a despreciar el aplauso del lego
a responder a los chiflidos y las preguntas
con una sonrisa de tigre a punto de saltar sobre el ciervo
a negar cualquier atisbo de cursilería o ignorancia

te haremos tan árida/mente abstruso
tan intolerable/mente intolerable
que por fin serás intocable
(pues quién diablos querrá siquiera acercársete)

te libraremos de ti mismo / te salvaremos de tu vida

amén punto final

viernes, 1 de octubre de 2021