Tu voz lejana
en la tierra y el tiempo
me sigue hablando
de tus horas felices
bajo aquella cascada
que había muerto ya
cuando me llevaste
a su roca desangrada.
Ahora todo se confunde:
tu dolor de entonces
y mi recuerdo del instante,
el olvido y las piedras
borradas por la espuma,
tu nombre y la risa del agua
que sigue cayendo, cayendo
de tu memoria a mi pasado.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario