Hay algo divino en tus caídas.
Tanto como el fracaso y la vergüenza,
te pertenecen el sueño y el afán
con que sigues trepando los mismos árboles,
las mismas casas, las mismas tapias de la infancia,
para mirar la cordillera desde las ramas más altas,
desde un tejado tan ardiente como el mediodía,
desde la frontera entre tu vida y otras vidas.
Ahora puedes andar a solas por los barrios y las ciudades.
Ya sabes que más allá de las cimas azules no termina el mundo,
sino que empiezan otros pueblos más pequeños y aburridos que el tuyo.
Pero eres aún la criatura secretamente dispuesta a romperse los huesos
con tal de asomarte a esa ventana sin marcos
desde la cual el ancho mundo te ofrece todo lo que ansías.
Ahí, a unos cuantos metros de ti mismo,
abandonas a ese extraño aferrado a su tedio,
te conviertes en ráfaga, en transparencia,
y eres de nuevo el que nunca pudiste ser,
el que jamás dobló su cuello y tiró los ojos al piso,
aquel cuyos labios dijeron las palabras precisas
o encontraron en otros el río que sedientos buscaban.
Vives para el momento real o soñado
en que tu cuerpo salta sus propios límites,
en que arroja tu peso al otro lado de la cerca,
en que eres brevemente parábola del deseo,
mito ascendente y derrumbado por la ambición de cumplir su destino,
humano castigado por ser humano, dios semejante a su efímera invención.
¿Por qué persigues la plenitud si tantas veces
ya fuiste aire en el aire?
¿Por qué sigues hablando de iluminación?
Mira cómo brillan sobre la tierra las esquirlas de tus derrotas.
sábado, 24 de abril de 2021
Bendición de la quimera
martes, 20 de abril de 2021
Invención del pasado (2)
Le mientes a tu memoria y ella te miente a ti: huiste de la ruina, la locura y la temprana muerte a la que alguien te llevaba con una mano a veces maternal, pero sufres como si tú hubieras sido el abandonado y no el fugitivo; le reprochas tus mentiras a quienes creyeron en las tuyas; abrumado por los remordimientos, vuelves disfrazado de sabio o de santo al momento cuando te negaste un placer por mera cobardía. Tu memoria permite que la llenes de orgullo para cubrir tus vergüenzas y para que algo exista en medio del olvido. A solas y desnudo ante el espejo, verás cuán pequeño y magro te ha hecho el fardo de la experiencia.
lunes, 19 de abril de 2021
Invención del pasado
Ahora mismo tu memoria está inventando algún recuerdo tan borroso como querido. Creíste que siempre te bastaría con cerrar los ojos para volver a ver un rostro amado o un cuerpo adorado, o para besar de nuevo unas manos besadas largamente en un instante casi eterno del ayer. Pero cada día eso que llamas «el pasado» es menos real y se parece más a un sueño. Vuelves a un día o a una noche de otros años y no te reconoces en medio de la luminosa vaguedad en que brillan y se pierden los amores y los muertos. Vives juntando los pedazos de fotografías rotas por tus propias manos o devoradas por el olvido y la culpa, cuyas polillas y ratones también están royendo tu imagen en una mente ajena. Vives forjando lo perdido con puñados de aire. Mientras tanto, quienes te perdieron te están inventando con fragmentos de algo que no eres.
viernes, 9 de abril de 2021
Penumbra
Apagué la luz del baño, confiado de poder caminar a ciegas. Dos o tres pasos después me estrellé con la oscuridad. Mi fantasma traspasó lentamente el muro impalpable, llegó a la cama y se acostó. Yo pasé toda la noche en el otro lado, sepultado por mis latidos. De alguna forma nos encontramos en el mismo cuerpo tras unas horas de sueño.