Los nombres de las calles
a tu nombre me llevan.
Al recuerdo de tu voz le pregunto
qué dicen las señales en las esquinas.
Imagino tu silencio, tal vez tu sonrisa
y luego la cadencia maternal de tu respuesta.
Las palabras caen de tus labios
a la altura donde no se oyen sus alas.
Hablas un idioma de bandadas
que desaparecen volando casi inmóviles.
Al recuerdo de tu voz vuelvo
con la misma pregunta y el mismo secreto.
Los nombres de las calles
a tu nombre me llevan...
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